El deseo de comer va unido a la rabia del mordisco. Y es que ambas, deseo y rabia no pueden separarse.Son las emociones que a las mujeres se nos ha prohibido, por eso placer y culpa también .
Cómo no íbamos a comer a escondidas..[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
