EL ADOLESCENTE EN DUELO durante el confinamiento

Es importante dar unas ideas y pautas respecto a cómo se da el duelo en la adolescencia debido a que presenta características diferentes del adulto y cómo acompañarles de la mejor manera posible.

Cuando un adolescente se enfrenta a un duelo, experimenta un doble impacto: al duelo propio de su edad se le añade el duelo de la pérdida de un ser querido.

La adolescencia ya en si misma,se produce varios duelos,

  • –  Es una revisión de la propia niñez para empezar a decir adiós a estaetapa
  • –  Es un duelo de la construcción mental y emocional de los padres, y la lucha enfatizada de querer separarse de ellos.En este proceso, que se da de manera natural, la emoción más expresada va a ser la rabia. Ell enfado,va a facilitar all adolescente, la separación de aquello que conoce ( si mismo infantil y a sus padres)y empezar el camino de búsqueda de identidad. Este duelo se producirá normalmente si recibe elPERMISO de los padres para alejarse. Y así, no quedar “ retenidos” por ellos.A este duelo,se le suma el duelo del ser querido, y las manifestaciones más habituales irán muy en función del permiso familiar, del espacio que se de a cada un@ para expresar el duelo.
  • –  Tristeza, no sólo por el ser querido que murió sino por el padre o madre más afectad@
  • –  Si el padre o madre están muy afectados, el adolescente, reprimirá su tristeza, o negando que sienta algo o enfadándose con ellos,
  • –  Enfado, puede no”soportar” las expresiones que llegan de sus cercanos, una madre/padre frágil, una madre/ padre inexpresiv@ etc
  • –  Silencio, como manera de protegerse a si mismo y a los demás de su dolor. Este silencio no significa negación de la muerte. Y es importante no entender el silencio como frialdad.Cómo acompañar a un adolescente en duelo

Cómo acompañar a un adolescente en duelo

Consejos para padres o tutores o profesionales de la ayuda

-preguntar qué sabe sobre ello y si quiere hablar
– habitualmente quieren saber la verdad , hablar sobre la persona fallecida

– darle permiso y espacio para su propio duelo

-Mantenerse cerca sin agobiarle

– valida cualquier emoción que surja,especialmente si es el enfado o ira, y ayudarle que no se sienta culpable por ello

-recordarle que según su manera de ser, encuentre su propia manera de expresarse

-atender que pueda expresar su propia visión de la muerte, sus aspectos filosóficos, existenciales, religiosos o espirituales.

-limites en la expresión de sus emociones si pueden llevarlas al extremo ( múltiples maneras de hacerse daño)

– respetar que busque otras personas en las que depositar en estos momentos su necesidad de confort o seguridad

-mucha paciencia y escucha .

Es muy importante recordar:

– la expresión “exagerada” de un adolescente es vivida como tal, ya que está en una época de emociones muy volubles. Respetar su “exageración “, eso no quita que le podamos poner cierto limite si esa intensidad le angustia.

Mariona Ribas. Psicóloga y terapeuta gestalt y sistémica. Directora centrepra-ita.

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